Un terremoto de magnitud 6.1 sacudió la ciudad de Osaka, Japón, el 18 de junio, dejado un saldo de cuatro fallecidos y cientos más de heridos. 

Más de 100,000 hogares quedaron sin gas y agua, mientras que alrededor de 170,000 quedaron sin electricidad. Además, las personas quedaron atrapadas en los ascensores, el tráfico se detuvo durante la mayor parte del día y varias carreteras resultaron dañadas cuando las tuberías de agua estallaron.

Los aeropuertos en el área permanecierons cerrados por varias horas y las líneas de tren fueron interrumpidas. Muchos viajeros incluso optaron por quedarse en refugios cercanos durante la noche, mientras que otros optaron por caminar a casa en lugar de esperar a que se reanudara el transporte público.

Los temblores del terremoto también afectaron a las prefecturas japonesas de Kioto, Nara, Hyogo y Shiga.

Los meteorólogos locales advierten que Japón podría experimentar otro terremoto de gran magnitud en los próximos días.

Se ruegan sus oraciones por las víctimas, sus familiares y por la Iglesia del Nazareno en Japón mientras responden a las necesidades de su país.

--Church of the Nazarene Asia-Pacific