Una Iglesia del Nazareno de Missouri está abriendo sus puertas al evangelismo y al discipulado a través de una clase gratuita de gimnasia ofrecida a las mujeres de la comunidad.

La pastora Denise Anderson comenzó las clases de Holy Barre en la Iglesia del Nazareno de Ferguson el año pasado debido a su pasión por un ministerio integral. Al principio quería que participaran mujeres de la iglesia, pero una invitación abierta a los miembros de la comunidad a participar gratuitamente ha atraído a mujeres que no pertenecen a la iglesia.
Denise pastorea la iglesia de Ferguson junto a su marido, Chad. Tras su llegada como párroco en noviembre, Denise se enteró por medio de un miembro de la iglesia de las clases de barre, que combinan pilates, yoga y ballet

Denise se conectó a internet para obtener más información y descubrió Holy Barre, que incorpora las escrituras, la música para adorar a Dios y la oración a las clases. Ella le preguntó a una feligresa si estaría dispuesta a ayudar a poner en marcha un programa en la iglesia.

"Le pregunté si quería obtener el certificado y si quería dar clases y ofrecerlas gratuitamente a la comunidad", dijo Denise. "Le encantó la idea, así que nos capacitaron".

La iglesia ofrece actualmente dos clases semanales, una por la mañana y otra por la noche. Debido a la demanda de la clase nocturna, tienen previsto ofrecer clases nocturnas consecutivas.

La clase comienza con las escrituras y luego pasa a 45 minutos de ejercicio. Denise toca exclusivamente música cristiana y anima a los miembros de la clase a utilizarla como momento para adorar. Cierran con un tiempo de debate y oración.

Uno de los puntos fuertes de Holy Barre es su precio gratuito. Algunas membresías de estudios de Barre cuestan más de 180 dólares al mes.

Gracias a una contribución de la iniciativa "Bendiciendo a nuestra comunidad" de la Región EE. UU./Canadá, la Iglesia del Nazareno de Ferguson puede ofrecer las clases de "Holy Barre" sin coste alguno, lo que las hace fácilmente accesibles para una comunidad con un índice de pobreza del 24%, una vez y media la media nacional.

"Cuando vi la oportunidad de la subvención, pensé: 'Bueno, me encantaría tener todas las colchonetas y el equipo para que no haya barreras para que la gente venga'", dijo Denise.

Muchas mujeres de la congregación se han convertido en asistentes regulares, y la clase ha creado un lugar para el discipulado y el compañerismo. Denise señaló que muchos miembros de la comunidad también han empezado a asistir con regularidad.
Una mujer que vive enfrente de la iglesia se autodenominó "pagana" al hablar con Denise en su primera clase. A medida que la mujer continuaba asistiendo a Holy Barre, se convertía en una persona más cómoda durante la oración de cierre y el debate. Finalmente, compartió que su marido tenía cáncer.
"Me preguntó si podía orar por él, y se le saltaban las lágrimas mientras yo oraba", cuenta Denise.

Esa interacción ejemplifica lo que Denise y la Iglesia del Nazareno de Ferguson esperan hacer: conectar con los miembros de la comunidad que buscan a Jesús y un lugar al que pertenecer. Utilizar el ejercicio físico para lograr ese objetivo era algo obvio para Denise.
"De todos modos, hago ejercicio todos los días", dice Denise. "¿Por qué no hacerlo con las personas y que sea una oportunidad para que vengan a la iglesia?".