Joseph Penn, de 104 años, de Hesperia, California, falleció el 5 de enero de 2022. Era un ministro y misionero jubilado que sirvió en Eswatini, Mozambique y Sudáfrica durante 40 años.

Joseph Francis Penn nació el 24 de abril de 1917 en Hollywood, Maryland, hijo de Joseph Francis Rowe Penn y Susan Powers (Hall) Penn.

En 1919 viajó en barco a Sudáfrica, donde sus padres comenzaron su servicio como misioneros en la Iglesia del Nazareno. Al completar su educación secundaria, regresó a los Estados Unidos para asistir a Pasadena Nazarene College (ahora Point Loma Nazarene University) en California. Fue allí donde conoció a su futura esposa, Ellen Pittenger. El 15 de junio de 1942, se casaron en Bresee Church of the Nazarene en Pasadena.

Después de su matrimonio, comenzaron su servicio ministerial en Gridley Church of the Nazarene en California, donde Joseph sirvió como pastor. Fue ordenado en 1943 y en 1945 fueron nombrados para ser misioneros en Sudáfrica.

La primera asignación misionera de

Joseph en 1945 fue ayudar a los pastores swazi que aún no habían aprobado los cursos para la ordenación. Fue su tutor y maestro durante un año. Viajó a través de algunas etapas misioneras diferentes antes de convertirse finalmente en el director y rector de la escuela bíblica india en Johannesburgo en la Estación Misionera Rehoboth.

En diciembre de 1956, se le pidió a Joseph que iniciara la obra en Ciudad del Cabo. Más tarde también ayudó a establecer el ministerio para los indios orientales en Durban. De ahí pasó al ministerio en las minas alrededor de Johannesburgo. Más tarde, se convirtió en el director de área en Swazilandia (ahora Eswatini) y ayudó a comenzar a trabajar con el pueblo xhosa.

En 1985, los Penn se jubilaron y regresaron a los Estados Unidos, donde establecieron su hogar en Casa Robles, el centro de retiro misionero de la Iglesia del Nazareno en Temple City, California.

En 2012, Joe se mudó a Hesperia para vivir con su hijo, David Penn, y estar más cerca de la familia.

Según su familia, uno de los placeres de su vida era cantar. Formó parte de muchos cuartetos, cantando como bajo desde que era un adolescente hasta que tuvo más de 100 años.

“Toda su vida la dedicó al servicio de Dios”, escribió su familia. “Su oración por sus seres queridos fue que cada uno de ellos viviera en el centro de la voluntad de Dios y fuera la bendición que debería ser en este mundo hermoso, aunque un mundo de gran necesidad”.

Le precedieron en la muerte su esposa, Ellen, quien falleció en 2011. Le sobreviven su hijo, David Penn; hijas, Beverley Strickland y Marilyn Everett; siete nietos, 15 bisnietos y una tataranieta.