La Central Church of the Nazarene en Lenexa, Kansas, llevó a cabo su tercera campaña anual de luces navideñas, donde más de 2,000 personas de la comunidad llegaron a experimentar la historia del nacimiento de Jesús contada a través de luces y dramatización.

A medida que los coches entran en el estacionamiento de la iglesia, comienzan a conducir a través de un laberinto de brillantes luces de Navidad. Los voluntarios de la iglesia se visten con túnicas y vestimenta bíblica mientras cuentan a los visitantes el viaje de María y José a Belén. A medida que los visitantes conducen a través de las luces, se encuentran con pastores, trabajadores del censo y María y José.

En el camino, también recogen bocadillos como galletas, palomitas de maíz y chocolate caliente. Al final, reciben un regalo y un libro devocional. Durante los dos fines de semana que la iglesia celebró el evento, llegaron 2,174 personas, incluidos 570 automóviles que pasaron por el espectáculo.

Según la organizadora, Julie Stevens, pastora para niños y alcance a la comunidad, el número que más alegría le da es que casi el 60 por ciento de los autos que pasaron por allí estaban llenos de personas invitadas por miembros de la iglesia. Casi el 80 por ciento de todos los vehículos incluyeron visitantes que no asisten a la Central Church of the Nazarene en Lenexa.

Stevens cree que esto fue el resultado de que sus miembros se conectaran intencionalmente con sus vecinos y compañeros de trabajo.

"No quieres tener sólo algunas luces brillantes, mucho humo y pantallas", dijo Stevens. "Tenemos a nuestra gente invitando a la gente, y eso les ayuda a conectarse con sus vecinos".

En las semanas previas al evento, los miembros de su congregación distribuyeron invitaciones a sus vecinos, disponibles en inglés, español y portugués.

La campaña de luces navideñas comenzó en 2020 como una forma segura de atraer a la comunidad durante la pandemia de COVID-19. Al mantener a los visitantes en sus autos y tener voluntarios agrupados en grupos familiares, la iglesia pudo organizar el evento con éxito.

"Varias personas que pasaron el primer año dijeron: 'Gracias por un poco de normalidad', fue algo importante", dijo Stevens.

El evento le dio al pastor principal, Mark Snodgrass, quien fue instalado recientemente en la iglesia, la oportunidad de conocer a todos los que asistieron al evento. Se colocó al final de la línea, saludando a cada automóvil brevemente.

"Se necesitaron miles de horas para producir y cientos de voluntarios para llevarlo a cabo", dijo Snodgrass. "Todo eso me dio la oportunidad de estrechar la mano y saludar a casi 2,200 personas, muchas de las cuales no van a nuestra iglesia, y probablemente ni tienen una iglesia. Fue una oportunidad de oro y el momento perfecto".

Es demasiado pronto para decir cuántos visitantes llegarán a conocer a Dios como su Salvador, o incluso llamar a la iglesia como su casa; pero Stevens espera que los miembros hayan hecho el trabajo para llegar a sus vecinos e invitar a la gente a que eventualmente haga una diferencia.

"Creo que estamos llamados a construir relaciones con las personas. Hay mucha gente que simplemente conducirá a través de nuestro estacionamiento, y es posible que nunca los volvamos a ver", dijo Stevens.

"Pero mi esperanza y oración son, si no tienen una familia de la iglesia en algún lugar, a veces la gente puede darse cuenta de que necesitan una iglesia en algún momento. O, se enfrentan a algo difícil, y hay una iglesia que hizo un esfuerzo adicional para amar y cuidar a su familia. Por lo tanto, esperas que nos ponga en el mapa y que la historia del Señor cobre vida de una manera un poco diferente".