En una pequeña iglesia ubicada en una zona con altas tasas de criminalidad en El Salvador, un grupo de niños y preadolescentes está aprendiendo sobre el amor de Dios.

La Iglesia del Nazareno

Valle del Sol, tiene alrededor de 25 miembros activos, y su espacio de construcción es de unos 50 metros cuadrados. Todos los domingos, un grupo de 25 a 30 niños y preadolescentes va a la Iglesia del Nazareno Valle del Sol para recibir un estudio de la Biblia y un refrigerio que los miembros de la iglesia preparan para ellos. Solo el 15 por ciento del grupo son hijos de miembros de la iglesia.

"Estamos en una de las áreas más peligrosas y continuamente asediadas por la delincuencia en nuestro país, además de salir de una situación difícil dejada por la pandemia", dijo Jesús Montes. "Pero seguimos glorificando el nombre de Dios y estamos buscando maneras de llegar a más personas con el mensaje de salvación y santidad".

Cecilia Díaz, presidente de DNI en Valle del Sol, dijo que el deseo de los líderes para los niños y preadolescentes es que aprendan a amar y confiar en Jesús, que disfruten de estar en la iglesia en su tiempo libre, y que se conviertan en una luz de bendición para sus familias que aún no conocen al Señor.

Como es habitual en la comunidad, los niños y adolescentes se quedan solos todo el día ya que sus padres o tutores van a trabajar muy temprano y regresan tarde por la noche. Según Díaz, las situaciones de vida de los niños son precarias, por lo que se aseguran de que los bocadillos que comparten con el grupo sean muy sustanciosos.

"Dios ha sido bueno, y hemos logrado mantener la asistencia de los niños", dijo Díaz.

Al comienzo de la pandemia, los servicios y las reuniones se detuvieron, pero la junta de la iglesia se reunió para orar en la iglesia. Cuando los niños y adolescentes lo notaron, les preguntaron cuándo volverían a recibir sus clases de Biblia. Así que nueve meses después del cierre, la iglesia reanudó sus reuniones.

“Nuestro servicio a Dios en esta área fue la respuesta de Dios a nuestras oraciones”, dijo Díaz. “Hemos estado rodeados de bendiciones en la iglesia con los niños”.

Actualmente, 12 de los niños asisten a la iglesia por iniciativa propia y todos los domingos, llegan con su Biblia y una mascarilla, listos para recibir su lección.

"Oramos y pedimos sus oraciones para que Dios siga proporcionando los recursos para trabajar cada vez más con la comunidad y que más personas puedan conocer a Jesús, trayendo una transformación de santidad a esta comunidad con tantas dificultades", dijo Montes.

Iglesia del Nazareno, Región Mesoamérica.