La Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil, un ministerio del Distrito Sierra Centro de Ecuador, le está dando una voz a niños y preadolescentes de escasos recursos.

Hace poco más de dos años, Mario Paredes, superintendente del Distrito Sierra Centro, desarrolló un programa para comenzar una orquesta infantil. Antes de la pandemia de COVID-19, tenían 350 niños inscritos en el programa en 11 iglesias.

“La orquesta es un sueño que he tenido durante años”, dijo Paredes. “Creo en que debemos hacer espacios para que las personas desarrollen sus habilidades. Cuando le das a alguien una responsabilidad, le das un propósito".

La mayoría de los niños en Ecuador nunca tendrían la oportunidad de aprender instrumentos que son tan costosos. Poco a poco se fueron adquiriendo los instrumentos y contrataron a un maestro que viaja de iglesia en iglesia. Paredes se puso en contacto con el director de la sinfónica en Chiclayo, Perú, y le hizo una propuesta para que ayudara a formar la orquesta infantil.

Paredes cree que la música es una de las mejores formas de compartir el evangelio y ayudar a desarrollar a los niños que provienen de entornos difíciles. Espera verlos algún día dando conciertos en todo el mundo, para que puedan compartir el evangelio a través de la música.

“La música es el lenguaje universal”, dijo Paredes. “Puedes cautivar la atención de la gente a través de la música; puedes conectarte con ellos. Queremos plantar iglesias a través de la música”.

Paredes también señaló el efecto que tiene aprender a tocar un instrumento en el desarrollo cognitivo e intelectual de los niños.

La pandemia ha dificultado que la orquesta funcione de la misma manera. Los ensayos han tenido que cancelarse y la mayor parte de la interacción del grupo se ha trasladado a Zoom.

“Regularmente tenemos tutores en cada iglesia y ellos dirigen un ensayo de tres horas todos los días”, dijo Paredes. "Tratamos de aliviar la situación enviando los instrumentos a casa con ellos, pero desafortunadamente, no sabemos con certeza si están ensayando en casa o no".

--Iglesia del Nazareno América del Sur