En el mes transcurrido desde que dos terremotos devastadores azotaron Siria y Turquía, UNICEF informa que más de 50 mil personas han muerto y más de 850 mil niños siguen desplazados.

Equipos

nazarenos de países vecinos han ingresado a áreas afectadas por los terremotos. El camino ha sido difícil, y la oración es necesaria ahora más que nunca; ya que los esfuerzos de socorro enfrentan una resistencia significativa de las autoridades locales.

Un equipo entregó con éxito tiendas de campaña a una zona de Siria; pero no ha podido llegar a áreas más sensibles. Las camionetas llenas de suministros fueron rechazadas de puntos de entrada similares; y los líderes de la iglesia están trabajando para encontrar formas creativas de entregar estos materiales cruciales a aquellos que necesitan refugio desesperadamente.

Un equipo jordano ingresó con éxito a varias ciudades que albergan a muchas personas desplazadas. El grupo visitó escuelas e iglesias que se han transformado en campamentos improvisados para aquellos que huyen de la devastación y temen futuras réplicas.

“Miles de personas viven en una situación miserable”, dice un pastor jordano nazareno. “Sin comida, sin casas, sin paz, sin seguridad... Imagínate”.

Mientras suministraban a la gente artículos como mantas, leche, bancos de energía y artículos de higiene; el grupo de nazarenos se sintió impulsado a celebrar la comunión en un área destruida por los terremotos. "Se pararon con jugo de uva y pan", dice el mismo pastor jordano, “para declarar la redención de Jesús y declarar la vida en las ciudades”, orando por la restauración y la paz.

Por favor, ore específicamente por los suministros y fondos restantes que los equipos intentan llevar a áreas sensibles. Ore para que los voluntarios tengan acceso a los más vulnerables, que son los más afectados por la devastación. Ore por los pastores y las iglesias mientras continúan sirviendo y satisfaciendo las necesidades de sus comunidades.

Puedes ayudar a las iglesias locales aquí.