Una iglesia en Australia celebra servicios de adoración para refugiados
La Iglesia del Nazareno, Thornbury Community Church, localizada en un suburbio de Melbourne, Australia, está aprendiendo el significado de ser hospitalarios con su prójimo y a convertirse en cuerpo de creyentes con una mentalidad global.
Hace algunos años, la Iglesia comenzó a alcanzar a los refugiados en la comunidad, y ahora, celebran un servicio de adoración en Farsi.
"Nuestro estudio bíblico en farsi estaba creciendo demasiado como para celebrarlo en los hogares", indicó la pastora asociada Britni Green. "Ahora usamos el servicio de adoración farsi como un estudio bíblico para ayudar a los nuevos cristianos iraníes a aprender sobre los conceptos básicos para edificar su fe".
Uno de los nuevos creyentes compartió su testimonio de bautismo recientemente.
"He aceptado a Jesús y he venido a Cristo porque en este camino he aprendido a pertenecer a los demás, también a perdonar, incluso si nos han tratado mal, aún si nos consideran sus enemigos", indicó el recién convertido. "Viviré en Jesucristo y adoraré a Dios como Jesús adoró a Dios".
La comunidad de la iglesia puede percibir estas señales de crecimiento espiritual gracias al trabajo semanal que realizan al ministrar en los lugares de mayor necesidad. Su banco de alimentos continúa brindando alivio a las familias inmigrantes, esta labor es realizada por voluntarios iraníes en su totalidad. Las clases de habilidades laborales están creciendo, y este mes la iglesia ofrecerá una capacitación a 20 participantes quienes tomarán el curso de baristas, uniéndose a 60 que ya se han graduado.
Cada semana se lleva a cabo un ministerio de vital importancia en donde un equipo de voluntarios le brinda esperanza y amistad a los solicitantes de asilo que permanecen en los centros locales de detención.
"Todavía estamos visitando centros de detención cada semana, muchos han sido encarcelados por años solo por su condición de refugiados y huir del peligro", indicó Green. "Por favor, mantengan a los detenidos en sus oraciones". Desde que abrimos nuestras puertas y corazones a los refugiados, hemos sido más que bendecidos por esta comunidad y por la perseverancia, determinación y fortaleza que tienen en sí mismos, y sus convicciones de convertirse en seguidores de Cristo”.