Más de cuatro veces a la semana, Don Pardew se abre camino hacia los diversos campamentos de indigentes en Kansas City, Missouri. Él trae comida, cobijas, calentadores de propano, abrigos, y más para repartir a través de su ministerio, "Tengo un Nombre" o (I.H.A.N. por sus siglas en inglés).

Los esfuerzos de Pardew comenzaron durante la pandemia de COVID-19 cuando veía a las personas sin hogar con letreros en las esquinas pidiendo dinero. Comenzó a preguntarse: "¿Cómo se llaman? ¿Cuál es su historia?"

"Noté que la gente se detenía, daba un dólar y seguía manejando", dijo Pardew. "Eso es importante. ¿Pero cómo se llama ese tipo? ¿Cuál es el nombre de esa chica? ¿Cuál es su historia sin compararla con la tuya?"

Si bien sus esfuerzos comenzaron como un esfuerzo individual, el apoyo de su iglesia, Iglesia del Nazareno Nall Avenue en Mission, Kansas, le ha permitido hacer crecer el ministerio a algo más significativo.

Pardew saldrá los lunes y martes a los campamentos de indigentes cerca del centro de Kansas City, comprobará la salud y seguridad de los residentes, hará un inventario de las necesidades y tal vez incluso traiga algunos refrigerios.

Los miércoles después del trabajo, Pardew pasa por la cocina de la iglesia para recoger aproximadamente entre 30 y 40 comidas calientes que han sido donadas y preparadas a mano por múltiples voluntarios de la congregación. Los viernes, vuelve a hacer inventario antes de pasar la mayor parte del sábado distribuyendo artículos de primera necesidad como abrigos, guantes, gorras y artículos de higiene a varios campamentos junto con un grupo de voluntarios de la iglesia.

La curiosidad y la empatía de Pardew provienen de su propia historia. Experimentó la falta de vivienda a la edad de 10 años, durmiendo detrás de un contenedor de basura para escapar de su vida doméstica abusiva. Como adulto, luchó contra la adicción a las drogas durante casi 25 años. Ahora que ha pasado sus días más oscuros, está usando ese pasado para conectarse con la gente.

“Ellos comparten su historia; y yo puedo compartir mi historia y mi caminar con Cristo, porque he estado en situaciones similares”, dijo Pardew. "Si comparto eso con ellos mientras comparten su historia; hay una conexión".

Pardew cree que los nombres son poderosos al crear una conexión.

“Cuando ves lo importante que es para ellos, hacen una doble toma y miran, y puedes ver que están pensando: ‘Esa es mi familia. Ellos me reconocen. Ellos me conocen’”, dijo Pardew.

Pardew, un contratista mecánico del Grupo P-1, fue nominado para representar a su distrito en el premio anual de servicio comunitario de la compañía. Pardew e I.H.A.N. ganaron, recibiendo una fuerte donación al ministerio y reconocimiento por sus esfuerzos para ayudar a restaurar la dignidad y rehumanizar a las personas sin hogar en Kansas City.

Con demasiada frecuencia, Pardew siente que las personas que sufren de falta de vivienda y adicción son ignoradas. En obediencia al llamado de Dios, Pardew trata de crear más relaciones personales y restaurar la dignidad de la persona antes de intentar que cambie sus hábitos.

"No se puede obligar a alguien a cambiar; y la mayoría de la gente ahí fuera, si los obligas a cambiar, cavarán un agujero más profundo", dijo Pardew.

“La verdadera solución es que entiendan que tienen una identidad, un propósito en nuestra sociedad, y que son personas que merecen cosas buenas. Una vez que comienzan a mirarse a sí mismos en esa luz, comienzan a cambiar".