Sin límites: la conferencia regional de MNI inspira a los nazarenos de América del Sur
La Región América del Sur fue sede de su primera conferencia misionera regional virtual, Sin Límites: La iglesia no se detiene del 9 al 10 de julio.
Sin Límites fue un evento virtual diseñado para avivar la llama misionera en toda la región. Se inscribieron cerca de 500 participantes, incluidos líderes misioneros, pastores, superintendentes y laicos involucrados en misiones.
La conferencia fue realizada en 2 idiomas, español y portugués, y hubo personas inscritas de más de 12 países. Además, hubo un equipo de más de 50 personas que ofrecieron sus dones y talentos para la organización del evento, incluyendo ponentes, moderadores, traductores, productores audiovisuales, diseñadores, community managers y servicio técnico.
Sin Límites brindó educación, inspiración y desafío a través de sesiones plenarias, talleres, testimonios, adoración y oración. Cada parte del programa fue intencionalmente pensada para promover conciencia misionera, y presentar los nuevos desafíos que la iglesia tiene hoy en las misiones globales. Los oradores fueron el superintendente general Gustavo Crocker, el director de Misiones Globales Verne Ward, el director regional de América del Sur, Christian Sarmiento, y un invitado especial que se ha desempeñado en las Áreas de Acceso Creativo.
El equipo regional de Misiones Nazarenas Internacionales, conformado por el equipo administrativo y los coordinadores nacionales de cada país, junto con la coordinadora regional de MNI, Ruth Bravo, agradecieron a cada persona involucrada en la organización así como a los participantes, quienes cruzaron barreras tecnológicas para conectarse a las sesiones virtuales.
“Terminamos cada día con un tiempo de oración por las regiones del mundo y por la nuestra”, dijo Bravo. Fue especial abrir micrófonos y romper barreras de nacionalidades, culturas, idiomas para juntos como un solo cuerpo elevar un clamor a Dios por las naciones de la tierra. Este es un nuevo tiempo para la iglesia en América del Sur. Nos estamos convirtiendo en una fuerza misionera para las naciones y creemos que Dios quiere usar a cada nazareno para que se involucre y sea parte de ella. Las misiones hoy enfrentan nuevos desafíos, pero ¡No hay límites para la iglesia misionera!”