Más de 1,000 mujeres asistieron a la conferencia “Su gracia en mí”. La oradora principal fue Patricia Donnelly, de Arizona, Estados Unidos. Las reuniones se llevaron a cabo en varias iglesias de todo el país de Ecuador.

La conferencia abordó el tema de la gracia suficiente de Dios, que es suficiente incluso cuando ocurre una tragedia. Donnelly habló sobre su propia experiencia con la pérdida de un hijo; en ese momento, debido a sus responsabilidades ministeriales junto con su esposo, no podían reconocer el dolor dentro de ellos.

“No sabíamos que estábamos experimentando dolor; no sabíamos qué era eso”, dijo Donnelly. “Continuamos con nuestros deberes ministeriales; pero, en realidad, nuestra familia estaba adolorida por la pérdida de nuestro hijo”.

Después de unos años, la tragedia volvió a golpear la vida de la familia Donnelly. Su hijo mayor falleció. Donnelly recuerda cómo la gracia de Dios le permitió oficiar el funeral de su hijo.

“Lloré hasta que no tuve más lágrimas”, dijo Donnelly. “Sólo Dios podía consolar mi corazón y permitirme oficiar el funeral de mi hijo”.

Si eso no fuera suficiente, el día después del funeral de su hijo, el Señor llamó a la madre de Donnelly a su presencia.

“Mi madre, Rosa, era una guerrera de oración que me llevaba con sus oraciones cuando estaba pasando por los momentos más oscuros de mi vida”, dijo Donnelly. "Su fallecimiento al día siguiente de la muerte de mi hijo fue casi imposible de soportar; una vez más, la gracia de Dios fue suficiente para llevarme a través de ese dolor".

Donnelly compartió con la audiencia la importancia de buscar asesoramiento y ayuda después de sufrir una pérdida. También alentó a la audiencia a abrazar a las niñas, especialmente a aquellas que han cometido errores.

“Los jóvenes están siendo atacados; saben cuándo han cometido un error y ya se sienten mal”, dijo Donnelly. “Abracémoslos y digámosles cuánto los amamos; porque si no lo hacemos, el enemigo los convencerá con sus mentiras de que no valen nada”.

Mayra Robalino, coordinadora nacional del Ministerio a la Mujer para Ecuador, cree que es esencial resaltar los temas que Donnelly compartió.

"He visto a muchas mujeres que llevan dolor y experimentan pérdida", dijo Robalino. Muchas todavía están atrapadas en su pasado y no pueden olvidarlo; los tiempos que pasamos juntas les ayudaron a entender cómo dar la carga al Señor para que Él pueda impartir su sanidad.

Donnelly cerró el evento compartiendo una foto familiar de su esposo, hija y ella misma. La foto fue tomada un año después de la muerte de su hijo mayor y su madre. Donnelly compartió cómo el Señor les había sacado adelante, incluso en medio de la tragedia, que fue sólo por su gracia.

“En esta foto, estábamos celebrando la vida de mi madre y mi hijo”, dijo Donnelly. Sólo Dios puede convertir sus lágrimas y momentos difíciles en un testimonio de su poder y gracia en nuestras vidas. Hoy, puedes entregar tu pena y tu dolor al Señor, y Él escuchará tu oración”.

Muchos asistentes se arrodillaron ante el altar, donde dirigieron su dolor al Señor. Jovita Peña fue una de las asistentes a la conferencia. La fe de Peña se reafirmó al escuchar las experiencias de Donnelly.

“Dios es el único que puede suplir nuestras necesidades como mujeres”, dijo Peña. “Esta conferencia ayudó a muchas mujeres a ver su dolor y amargura y a aceptar a Cristo como su Salvador. Vine [a la conferencia] con tristeza; pero hoy me voy con un renovado sentido de esperanza”.

--Iglesia del Nazareno América del Sur.