Hombre en Brasil vende café para construir templo
En medio de la pandemia, el pastor Leandro Alves comenzó a vender café después de meses de oración, pidiendo al Señor formas de obtener recursos para continuar la obra misionera. Las ganancias han financiado un proyecto que ahora está a punto de ser una iglesia establecida en Anísio de Abreu, Piquí, Brasil.
Durante sus oraciones en julio de 2020, Alves recordó un café que un misionero le había presentado hace unos años, pero había perdido el contacto con el misionero. Buscó en Internet y se las arregló para hablar con el misionero, quien envió a Alves el contacto del vendedor de café. Alves y el misionero, fueron juntos a la ciudad de Atibaia, São Paulo para visitar al vendedor.
En ese momento, Alves ya había comprado un terreno en la ciudad de Anísio de Abreu, Piauí. A pesar de que tenían el proyecto de construcción de la iglesia planificado, no tenían los recursos para comenzar a construir el templo. Así que decidió tratar de vender café para ayudar a financiar la construcción de la iglesia.
Alves pidió prestado dinero a un pastor amigo para comprar los primeros 100 kilos de café, que era de la mejor calidad.
Todo el café se vendió en una semana a pesar de que los templos estaban cerradas debido a la pandemia. Desde entonces, se han vendido más de tres mil kilos de café, recaudando casi 30.000 Reales (poco más de 6.000 dólares), que se está utilizando en la construcción del templo.
"Le enviamos el dinero a nuestro pastor en la ciudad", dijo Alves. “Él estaba comprando el material, y en noviembre de 2021, hicimos un viaje misionero de Trabajo y Testimonio, con un equipo de 17 personas. Durante el día, trabajamos en la construcción y por la noche hicimos el trabajo evangelístico en la región de la iglesia actual y donde se está construyendo la iglesia”.
El equipo construyó toda la estructura y los cimientos, y hoy las paredes están listas. Muy pronto, ellos están planeando abrir esta iglesia para la gloria del Señor.
Según Alves, se trata de un café con sabor y propósito. La persona que compra el café es capaz de degustar un café delicioso, mientras que también contribuye al avance de la obra misionera en una región muy poco evangelizada en Brasil.